La Revolución del Petróleo Alcoy 1873: Cronología

 

Imagen de la plaza del ayuntamiento de Alcoy con el campanario y con los trabajadores sublevados durante la revolución del petróleo de 1873



Todos los hechos, nombres, apellidos y apodos que aparecen en este blog, son reales basados en hemeroteca y en fuentes del proceso judicial. No se trata de una ficción, ni de una invención, sino de un intento de recuperar la memoria y el significado de la revuelta obrera de Alcoy en 1873, un episodio clave en la lucha social y política en España. 






La Revolución del Petróleo


En la noche del siete de julio 

de mil ochocientos setenta y tres

En la plaza de toros de Alcoy 

se convoca la huelga general
por la penuria laboral y por solidaridad
con los papeleros de Els Algars que resisten desde abril
y se le notifica al alcalde Albors la voluntad.

Ocho de julio, Albors no quiere ceder ni negociar
y escribe un bando que desprecia a los obreros
dice que quien quiera trabajar que trabaje
y quien no quiera que se aguante o que se calle.

Ante tal desaire y tal desdén

los obreros claman por la renuncia del alcalde.

Albors manda un telegrama al gobernador 

pidiendo tropas para reprimir al trabajador
y evitar que se le escape el control.


Al día siguiente sigue la huelga general

y los piquetes por el pan y por la dignidad.

Miércoles nueve de julio, mediodía, era la una,
el alcalde convoca a la Comisión de los trabajadores:

"¿Qué queréis de mí?", les preguntó Albors.

"Queremos tu dimisión" contestó la Comisión.

"¿Dejar de ser regidor? No puedo decidirlo yo sólo,
tendría que consultarlo con el gobernador"
y les pide un plazo de unas horas para responder.


A las tres, Severino Albarracín

habla a los obreros desde el balcón,

les dice que el ayuntamiento

quiere más tiempo para negociar.

Luego bajan a la plaza, lo llevan a hombros

para que todos lo puedan ver y escuchar.


A las cuatro de la tarde todo estalla

el caos se desata cuando Albors, desde el balcón, dispara

y tres guardias municipales desde el Campanar

disparan contra la multitud

y el primer obrero muerto cae.

Cuando entra en la sala del ayuntamiento les grita:

“Ahora ya saben que tenemos armas”

Y así empieza la revuelta popular.


Se levantan barricadas, se toman rehenes, se toma la cárcel
se quema petróleo y se asedia el ayuntamiento
donde Albors y los suyos se refugian y aguantan.

Durante toda la noche y parte de la mañana
se oyen disparos, gritos, campanas y explosiones
la ciudad arde y sangra en guerra
y los obreros luchan por sus derechos y sus razones.


Jueves diez de julio, a las diez de la mañana

sin munición los guardias del Campanar

 presentan su rendición

y no se les perdona la maldad ni la traición


A las doce del mediodía Albors es hallado

en una casa de la calle San Lorenzo

en el registro de la casa de Elena Barceló

Lo bajan a la calle y es ajusticiado.



A primera hora de la tarde 

cuando el sol ardiente rozaba los treinta y ocho grados 

y en Alcoy terminaba una revuelta sin cuartel 

que marcaría para siempre su destino y su pasado


Una horda de chiquillos enfebrecidos

 al son de un tambor rasgado y malherido 

arrastraban al alcalde Albors por la calle 

como gato despellejado y sin detalle


"Al río con él", gritaban con furia y desdén 

"No más verdugos y tiranos del pueblo", decía la bandera 

que habían tomado del ayuntamiento 

y que ondeaba una niña con alma de guerrera,

Elena era su nombre; "La Francesa"


Así terminan las veinte horas de la Revolución del Petróleo
que dejaron quince o dieciséis muertos según las fuentes
y una huella imborrable en la historia de Alcoy
donde los trabajadores se rebelaron contra los poderes.



Escena final tras la captura del alcalde Agustín Albors dando fin a la Revolución del Petróleo de Alcoy 1873



fuentes para realizar el poema:

grupo.do (mcu.es) 

Alcoi, julio de 1873 (wordpress.com)

EL EVANGELIO DEL OBRERO: Anarquismo y Espiritismo en Alcoy (alacantobrera.com)




Cuadro abstracto del campanario en la plaza de Alcoy desde donde la policía realizó los primeros disparos durante la Revolución del Petróleo de 1873


La Revolució del Petroli 


En la nit del set de juliol de mil vuit-cents setanta-tres

En la plaça de bous d’Alcoi es decideix anar a la vaga general

per les penúries laborals i solidaritat amb els paperers d’Els Algars 

que resisteixen des d’abril i se li notifica a l’alcalde Albors la voluntat.


Huit de juliol, Albors no vol cedir ni negociar 

i escriu un bando que menysprea als obrers 

diu que qui vulga treballar que treballe 

i qui no vulga que s’aguante o que es calle.


Davant tal desaire i tal desdeny

els obrers clamen per la renúncia de l’alcalde. 

Albors telegrafia al governador 

demanant tropes per a reprimir als obrers

 i evitar que se li escape el poder.


L’endemà segueix la vaga general

 i els piquets pel pa i per la dignitat. 


Dimecres nou de juliol, migdia, era la una, 

l’alcalde convoca a la Comissió dels treballadors: 

“Què voleu de mi?”, els preguntà Albors.

 “Volem la teua dimissió” contestà la Comissió. 

“Deixar de ser regidor? això ho hauria de consultar al governador” 

i els demana un termini d’unes hores per a respondre.


A les tres, Severino Albarracín

parla als obrers des del balcó,

els diu que l’ajuntament

vol més temps per negociar.

Després baixen a la plaça, el porten a muscles

perquè tots el puguen veure i escoltar.


A les quatre de la vesprada tot esclata

el caos es deslliga quan Albors, des del balcó, dispara

i tres guàrdies municipals des del Campanar

tiren contra la multitud

i el primer obrer mort cau.

Quan entra en la sala de l’ajuntament els crida:

“Ara ja saben que tenim armes”


I així comença la revolta popular.

s’aixequen barricades, es prenen ostatges, 

es pren la presó es crema petroli 

i s’assetja l’ajuntament on Albors i els seus s’arreceren i aguanten.


Durant tota la nit i part del matí 

s’escolten trets, crits, campanes i explosions 

la ciutat crema i sagna en guerra 

i els obrers lluiten pels seus drets i les seues raons.


Dijous deu de juliol, a les deu del matí

sense munició

els guàrdies del Campanar es rendixen

i no se’ls perdona la crueltat ni la traïció


a les dotze del migdia Albors és trobat

amagat entre palla en una casa del carrer Sant Llorenç.

En el registre de la casa d’Elena Barceló

el baixen al carrer i es ajusticiat


A primera hora de la vesprada 

quan el sol ardent tocava els trenta-vuit graus 

i en Alcoi acabava una revolta sense quartell 

que marcaria per sempre el seu destí i el seu passat


Una horda de xiquets enfebrits 

al so d’un tambor esquinçat i malferit 

arrossegaven a l’alcalde Albors pel carrer 

com gat esquarterat i sense detall 


“Al riu amb ell”, cridaven amb fúria i menyspreu 

“No més botxins i tirans del poble”, 

deia la bandera que havien pres de l’ajuntament

i que onejava una xiqueta amb ànima de guerrera, 

Elena era el seu nom; “La Francesa”. 


Així acaben les vint hores de la Revolució del Petroli 

que deixaren quinze o setze morts segons les fonts 

i una empremta inesborrable en la història d’Alcoi 

on els treballadors es rebel·laren contra els poders.





ÍNDICE:









Comentarios

  1. CRONOLOGIA HORARIA DE LAS 20 HORAS DE LA REVOLUCIÓN DEL PETRÓLEO.

    El miércoles 9 de julio sigue la huelga general.
    A la 1 del mediodía el alcalde Albors cita a la Comisión de los trabajadores.
    A las 14 horas se reúne la Comisión con el alcalde.
    A las 3 del mediodía Severino Albarracín desde el balcón del ayuntamiento se dirige a los concentrados en la plaza diciendo que el alcalde pide un plazo de unas horas.. al rato baja la Comisión de los trabajadores a la plaza.
    A las 16 horas se produce el disparo al aire de Albors y desde el Campanar, 3 guardias municipales hacen sonar las campanas de Santa María y abren fuego, oyéndose multitud de disparos cayendo el primer obrero. Los disparos. se sucedieron toda la tarde-noche.
    Seguían tocando las campanas de Santa María a fuego o a arrebato.
    El disparo de Albors fue trilero; dirigido por alguien con experiencia en revueltas militares contra la monarquía, que pensaría que esos desheredados se asustarían a la primera descarga. Con unos guardias, que a saber las horas que llevarían en la torre del Campanar con las órdenes ya recibidas. La falsa sensación de seguridad que le produciría dentro del ayuntamiento guardia civil y municipales armados con "retacos" (una especie de escopeta corta/trabuqillo). Y la confianza en que la llegada del ejército de Alicante iba a ser cuestión de muy pocas horas, no de días.
    Un disparo de Albors que también fue "Señorial"; pego un tiro como orden pero no me ensució las manos, eso que lo hagan mis "lacayos".

    Se inicia una tarde de barricadas, toma de rehenes en la cárcel (actualmente Mercado de San Mateo), rescates, petróleo y asalto al ayuntamiento. A través de butrones los refugiados en el ayuntamiento confiando en que el ejército está próximo a llegar, van pasando de unas casas a otras. Algunos consiguen refugiarse al haber hecho un butrón hacia el subsuelo o alcantarillas.
    A las tres y media de la madrugada se relata que Albors desde la calle Vall (Mossén Torregrosa) y en casa de D. José Soler, dispara contra la barricada que había entre la calle del Mercado (San Lorenzo) y la calle del Vall, eso era ya la madrugada del día 10 de julio.
    A las 10 de la mañana, al quedarse sin municiones, se rinden los guardias municipales que habían disparado inicialmente desde lo alto de el Campanar. No se les perdonó. Según hemeroteca de la época, alguno de los municipales del Campanar al ver el destino de los primeros rendidos, intento alguna maniobra de salto a un tejado y cayó al vacío.
    Albors no fue encontrado hasta casi el mediodía del 10 de julio..
    Según fuentes del proceso, fue capturado en el registro de las casas de Elena Barceló y Rafael Laliga.
    Allí se encontraban refugiados Albors y los que le acompañaban; el capitán de la guardia civil Joaquín Arnal, algunos guardias y municipales, escondidos entre los montones de paja.
    y desde allí fueron bajados a la calle.

    En total hubo 15 ó 16 muertos, según las fuentes. La discusión es si fueron dos o tres los huelguistas abatidos. De los defensores del Ayuntamiento, la víctima más célebre fue Agustín Albors, apodado “Pelletes”, alcalde republicano de familia adinerada; su suegro y exalcalde, Pedro Corts; Carmelo García, recaudador de contribuciones; el conserje del Club Carlista, José Pascual (murió disparando contra la barricada del Campanar ayudando a los municipales allí situados); Agustín Verdú “Corona”, corredor de lanas (la única víctima que se produjo lejos de los sucesos y sin relación directa con el fragor del enfrentamiento), y ocho guardias. Tres de los que defendían la torre de la iglesia: Jorge Antolí, Vicente Cortés y Santiago Torregrosa. Y cinco en el asalto al consistorio: Baltasar Blanes, Francisco Martínez, Francisco Abad “El Asclador”, José Rico e Ildefonso Muñoz. Conforme se van produciendo heridos y fallecidos son llevados al antiguo hospital que se hallaba entre la plaza de la Virgen de los Desamparados y las calles de la Virgen María y San Miguel.
    Todos los fallecidos fueron sepultados al día siguiente en una misma fosa, el viernes 11 de julio.


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