LA CAÍDA DEL TRONO (Parte I: Contexto Revolución Alcoy 1873)

 

 Amadeo de Saboya, que reinó en España entre 1870 y 1873. 

Hijo del rey italiano Víctor Manuel II, nunca logró ganarse

 la confianza ni del pueblo ni de los poderes del Estado y

 finalmente abdicó, cansado de la imposibilidad de

"gobernar un país tan hondamente perturbado".

PARTE I EL CONTEXTO

El rey electo y el rey desdichado

Vino Amadeo de Saboya a España por elección,

tras la Gloriosa que destronó a Isabel II.

Vino Amadeo de Saboya a España con ilusión,

tras la muerte de Prim, su gran amigo y mentor.

Reinó Amadeo de Saboya en España con tesón,

entre una crisis política y social sin fin.

Reinó Amadeo de Saboya en España con razón,

pese a la hostilidad de carlistas, republicanos y alfonsinos.

Partió Amadeo de Saboya de España con dolor,

después de dos años de infortunio y violencia.

Partió Amadeo de Saboya de España con honor,

después de una carta a las Cortes llena de elocuencia.

Fue Amadeo de Saboya el rey caballero y el rey electo,

pero también fue el rey desdichado y el rey expulsado.

LA CAÍDA DEL TRONO

Se acabó el reinado

de los reyes forasteros,

que vinieron a España

a sembrar el desconsuelo.

Se acabó el poder

de los nobles y los curas,

que vivían del dolor

de las almas más oscuras.

Se acabó la tiranía

de los monarcas crueles,

que gobernaban con saña

y con desdén.

Se alzó la voz del pueblo soberano,

que quería decidir

su porvenir y su mano.

Se alzó la bandera

de la república anhelada,

que prometía libertad

e igualdad para las almas.

Se alzó el ideal

de la democracia soñada,

que defendía los derechos

y las causas del pueblo.

Pero pronto se vio

que la república era falsa,

que solo servía a los ricos

y a los amos.

Pero pronto se sintió

que la libertad era escasa,

que solo era una quimera

y una ilusión.

Pero pronto se supo

que la igualdad era burla,

que solo era una mentira

y una traición.

Y entonces se rebeló

el pueblo trabajador,

que sufría la injusticia

y la opresión.

Y entonces se organizó

el movimiento obrero,

que resistía la violencia

y la explotación.

Y entonces se levantó

la revolución del petróleo,

que desafió al Estado

y al capital.

Y así comenzó

la historia de una huelga,

que marcó la lucha

de una generación.

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Revoluciones contra la monarquía

En España hubo muchas revoluciones 

contra el trono y sus imposiciones 

cada una con sus fines y razones 

cada una con sus luces y sus sombras

Unas fueron liberales o progresistas 

que buscaban limitar al rey absoluto 

y establecer una constitución justa 

que garantizara los derechos y las libertades

Otras fueron republicanas o federalistas 

que querían abolir la monarquía caduca

 e instaurar una república democrática 

basada en el principio de soberanía popular

Y otras fueron obreras o anarquistas 

que aspiraban a una transformación radical 

que acabara con las desigualdades sociales 

y creara una sociedad más justa e igualitaria

En todas ellas hubo participación popular 

más o menos amplia y voluntaria

 pero no siempre se tradujo en mejora 

de las condiciones de vida o de trabajo

A veces fueron usados o manipulados 

por los líderes políticos o militares 

que tenían otros intereses o agendas 

que no coincidían con los del pueblo

Y otras veces fueron reprimidos o marginados 

por los mismos gobiernos que habían formado

 o por los que habían apoyado 

en su lucha contra el poder establecido.