DESMONTANDO LAS EXAGERACIONES SOBRE LA REVOLUCIÓN OBRERA, ALCOY 1873
INTRODUCCIÓN
El vídeo me ha parecido muy interesante y revelador, narra los acontecimientos de Alcoy en la revolución del petróleo de 1873, desmitificando las exageraciones y barbaridades que aplicó la burguesía al hecho. Me ha gustado cómo muestra la valentía y la dignidad de los trabajadores que se rebelaron contra la opresión y la injusticia, así como la crueldad y el desprecio de los poderosos que los reprimieron con violencia. Creo que este vídeo es una buena forma de conocer una parte de la historia que a menudo se oculta o se tergiversa. Os invito a verlo y a reflexionar sobre él.
Los trabajadores fueron tratados como criminales por su condición social, mientras que los burgueses y privilegiados que solían participar en revueltas, intrigas y conspiraciones se arrogaban el derecho exclusivo de hacerlo. Era una situación de abuso y miseria extrema, que estalló en julio de 1873 con la llamada Revolución del Petróleo, una revuelta obrera de carácter libertario y sindicalista que tuvo lugar en Alcoy durante la Primera República Española.
El alcalde de Alcoy, Albors, que había sido un “revolucionario” contra la monarquía, actuó más como comandante militar que como un alcalde. Confiando en que le llegarían las tropas del ejército que había pedido telegrafiando al gobernador civil de Alicante, realizó el primer disparo que desencadenó la tragedia. Y no lo hizo en un acto inmediato de defensa propia, sino como medio de represión para mantener sus ambiciones, posición social y su ego. Ya había reprimido huelgas obreras en 1856 como comandante de la milicia nacional.
En 1868, Albors como Jefe de la Junta Revolucionaria, tomó rehenes en la ciudad de Alcoy entre los principales simpatizantes de Isabel II. Amenazó con fusilar a dos isabelinos si las tropas de Alicante disparaban o entraban en la ciudad de Alcoy. Tuvo que huir, no sin antes haber pedido 80.000 duros por la liberación de los rehenes.
En 1873 ya no le servían los que antes le apoyaban contra la monarquía, cuando los trabajadores reclamaron sus derechos y dignidad. La nobleza y la burguesía podían organizarse y conspirar sin que nadie les cuestionara, pero querían negar a los trabajadores su derecho a organizarse para salir de la miseria, culpando a “gente de fuera” de los hechos.
"Seres arrojados por el balcón, curas ahorcados en los faroles, hombres bañados en petróleo y asesinados a tiros en la huida, cabezas de civiles cortadas y paseadas por las calles, incendio premeditado de edificios, quema y destrucción del ayuntamiento, violación de niñas inocentes, todas estas patrañas son horribles calumnias.
El caníbal, el rayo y Maisonnave:
las mentiras sobre la revuelta obrera
Quisieron contar la historia
de la revolución del petróleocon exageraciones y mentirasfruto del post romanticismo.Buscaban una moralejaque justificara el horrory que diera una leccióna los que se rebelaron.Así inventaron al caníbalque se comió la oreja de Alborsy que murió por el castigode un dios vengador.Pero como no hubo rayosni plagas ni terremotosque castigaran a los obrerospor su osadía y su corajeTuvieron que recurrira Maisonnave y su tropaque entraron en Alcoia sangre y fuego.Y así quisieron cerrarla leyenda de aquellos díasen que el pueblo se alzópor la justicia y por la Libertad.
El capitán que no murió
Dicen que lo mataron y cortaron su cabeza,que la pasearon en una pica por la ciudad,que fue víctima de la furia y la vilezade los obreros que se alzaron por la libertad.Pero no es verdad, el capitánde la guardia civil, Joaquín Arnalsobrevivió a la revuelta del petróleo,y huyendo por los butrones y los pasillos.estuvo junto a Albors en casa de Elena Barcelóallí se les capturó escondidos en la pajaFue testigo de los hechos y declaró en el proceso,incluso eximió a alguno de los acusados,porque cuando dispararon al alcalde indefenso,ese procesado estaba con él en los pisos altos.El capitán Joaquín Arnal no perdió la vidani la cabeza en aquella insurrección,pero sí perdió la fama y la mentiraque le inventaron los que temían la revolución.
Los políticos, la prensa y la revolución del petróleo
La prensa se hizo eco de la revolución del petróleo,
pero no para informar sino para tergiversar.
La prensa se hizo cómplice del poder y del capital,
pero no para denunciar sino para calumniar.
La prensa pintó a los obreros como salvajes y criminales,
pero no para describir sino para difamar.
La prensa exaltó al alcalde como mártir y héroe,
pero no para honrar sino para manipular.
La prensa ocultó las causas y las consecuencias de la revuelta,
pero no para omitir sino para engañar.
La prensa silenció las voces y las ideas de los rebeldes,
pero no para callar sino para censurar.
La prensa fue el arma del Estado contra la revolución del petróleo,
pero no para combatir sino para aplastar.
La prensa fue el veneno que envenenó la memoria colectiva,
pero no para curar sino para matar.
FuentesSi quieres saber los nombres y apellidosde los que se sublevaron o resistierondefendiendo el ayuntamiento sitiadoSi quieres saber dónde se levantaron
las barricadas de fuego y de rebelión
y qué hechos ocurrieron en esas horas
de lucha, de pasión y de coraje
Si quieres saber todo eso y más detalles
de aquellos días de julio de mil ochocientos setenta y tres
cuando Alcoy se rebeló contra el poder
y el pueblo se hizo dueño de su suerte
tienes que abrir el siguiente enlacey buscar la página setenta y unodonde encontrarás datos del procesoy de los procesados por su acto:
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