LA PROFECIA (Parte III: La Revolución Alcoy 1873)

 

cuadro revolución alcoy pintor castañer



PARTE III LA REVOLUCIÓN


LA PROFECIA

Cuando la Luna llena brille en el cielo
y Saturno la acompañe con su anillo
el pueblo de Alcoy se alzará en fuego
contra el poder que le oprime y le humilla.
Júpiter se esconde temprano.
Marte se eclipsará en la noche.
Tres y media de la madrugada
Desde la calle Vall
dispara Albors contra la barricada

Las calles se teñirán de sangre y llanto

y el petróleo será instrumento de ira.
Venus saldrá al alba con su luz
para alumbrar el horror de la batalla
el dolor yacía por el suelo
y el orden se impondrá con dura saña.

Así se cumplirá la profecía
de la revolución del petróleo en Alcoy
que marcará su historia y su memoria
con pena, con lucha y con desdén.



nota: observaciones astronómicas reales de la noche; era el primer día de luna llena y posición real de los planetas.
Durante su declaración en el proceso, el teniente de alcalde Cabrera, identificó a una mujer "por el reflejo de la luna".

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campanario Alcoy 1873 revolución del petróleo


La revuelta del petróleo

En Alcoy, una tarde
9 de julio de setenta y tres,
los obreros se alzaron
contra el poder burgués.

Con hachas y con sables,
con escopetas y bayonetas,
con pólvora y petróleo,
con barricadas y fuegos.

Los guardias que acompañaban a Albors
se refugiaron en el ayuntamiento,
y por butrones y pasadizos
fueron huyendo de edificio en edificio.

Otros se ocultaron en los sótanos
o en las alcantarillas de la ciudad,
esperando que llegara el socorro
o que cesara la tempestad.
Los sublevados tomaron rehenes
y los llevaron a la cárcel municipal,
donde exigieron rescates
los obreros de la Internacional.
Ya era la mañana del jueves 10
En la casa de Elena Barceló
se escondía el alcalde Albors,
pero los insurrectos lo encontraron
y lo bajaron a la calle con furor.

Muchos fueron los acusados
de participar en la insurrección,
algunos con pruebas falsas
y otros con rumores sin fundamento.
Algunos fueron indultados
y otros murieron en prisión,
pero ninguno olvidó aquellos días
en que lucharon por la revolución.




arrastrando al alcalde pelletes agustín albors de alcoy


La niña de la bandera: 
la historia de Elena "La Francesa"; 
la curandera que sobrevivió a la represión


Jueves diez de julio, primera hora de la tarde 

cuando el sol ardiente rozaba los 38 grados 

y en Alcoy terminaba una revuelta sin cuartel 

que marcaría para siempre su destino y su pasado

Una horda de chiquillos enfebrecidos

 al son de un tambor rasgado y malherido 

arrastraban al alcalde Albors por la calle 

como gato despellejado y sin detalle

"Al río con él", gritaban con furia y desdén 

"No más verdugos y tiranos del pueblo", decía la bandera 

que habían tomado del ayuntamiento 

y que ondeaba una niña de trece años, 

Elena era su nombre hija de internacionalistas 

que luchaban por la libertad 

y que acabarían corriendo la misma suerte fatal

El padre de Elena, José Baldó, apodado Arzobispo 

era fundidor y miembro de la Federación Alcoyana 

y se le acusó de dirigir la defensa de una barricada 

entre las calles del Vall y San Joan, donde hubo dura batalla

Pero la represión no se hizo esperar 

y las tropas entraron en la ciudad 

sin encontrar resistencia  

y el comité de salud pública huyó sin más

José Baldó también huyó a Argel, 

donde se refugiaron otros compañeros 

pero cuando se enteró de que su mujer y su hija 

habían sido detenidas en la primera gran redada 

de la noche del 5 de noviembre

52 personas son arrestadas

y conducidas a pie hasta Alicante

atadas en una cordada. 

"el arzobispo", José Baldó

volvió a Alcoy 

para estar con ellas y fue arrestado

Los tres fueron encerrados 

en las mazmorras del castillo de Alicante 

donde fueron torturados y humillados 

y en Alcoy, la peor cárcel de España, enfermaron 

solo gracias a los cuidados de Antonia, la madre, sobrevivieron

Antonia trabajaba como amortajadora en el hospital 

y fue vista a las tres de la madrugada 

con las ropas manchadas de petróleo

 pero no era culpable de ningún incendio ni crimen

 sino que se ocupaba de asistir a los muertos y heridos 

de uno y otro bando que fueron enterrados 

al día siguiente en una misma fosa

Ocho años pasaron hasta que salieron en libertad

 pero en Alcoy no les quisieron dar trabajo ni piedad 

y tuvieron que emigrar a Argel,

 quizás buscando una oportunidad 

de rehacer sus vidas rotas por la crueldad

Con sesenta años, Elena volvió a Alcoy 

como curandera y herborista se ganó la fama 

y el respeto, pero también el recelo 

y el miedo de algunos sectores 

que la acusaron de tener un pacto con el demonio

La llamaban La Francesa por su origen argelino 

y por su forma de vestir tan diferente y atrevida 

pero ella no se dejaba intimidar por los rumores 

y seguía ejerciendo su oficio con sabiduría

Y así termina esta historia triste y verídica 

de una familia que sufrió por sus ideas políticas

 y que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva

 de Alcoy, la ciudad rebelde y combativa.


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El día 6 de noviembre sacan de la cárcel a 58 obreros y tres obreras, “á los cuales, después de amarrarlos, codo con codo, los miserables verdugos les dieron la orden de que serian atravesados a bayonetazos los que hablasen”. Y de este modo fueron traslados a pie desde Alcoi a Alicante, sin dejarles comer ni beber agua.


cuerda de presos revuelta Alcoy




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Durante el transcurso de los acontecimientos, muertos y heridos de uno y otro bando eran trasladados al antiguo hospital que se hallaba entre la plaza de la Virgen de los Desamparados y las calles de la Virgen María y San Miguel, y que estuvo en funcionamiento hasta 1878.


antiguo hospital donde eran llevados los muertos y heridos de la revolución del petróleo de Alcoy 1873
foto de hace 100 años


ahora restaurado




El siguiente poema es de una poetisa alcoyana perteneciente a la alta sociedad. Nacida en la calle San Nicolás núm. 11 y con domicilio conyugal y hasta su muerte en la Plaza de San Agustín núm. 24 (Plaza de España).
Benefactora y poetisa que vivía en la plaza, y se supone que vio los sucesos; María Milagro Jordá i Puigmoltó:

testigo de la revuelta obrera en Alcoy






Fuentes:




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